Escrito por Bill Hamon
1. La manifestación que vino con el don del Espíritu Santo fue de hablar en lenguas. No fue viento, fuego, ruido ni la sensación de la presencia de Dios lo que sirvió de evidencia de haber recibido este don, sino un lenguaje espiritual. Los creyentes comenzaron a hablar en lenguajes espirituales que no entendían. Fue plan de Dios que el don funcionara como un lenguaje espiritual para sus hijos (Hechos 2:4, 11; 1 Co 14:2).
2. Jesús ordenó que recibiéramos el don del Espíritu Santo. Cuando Jesús le encargó a los discípulos que esperaran en Jerusalén hasta que recibieran la promesa del padre, Él no dijo: “Hagan esto si se sienten guiados a hacerlo o si encaja en sus creencias doctrinales o denominacionales, o si tienen tiempo o si se sienten inclinados a hacerlo o si se sienten cómodos al respecto”. ¡No! Jesús les ordenó que esperaran hasta que reciban el don del Espíritu Santo. Desde que Jesús le dio tanta importancia a que recibieran este don, esa es una razón suficiente para que cada cristiano busque de Dios hasta recibirlo también (Hechos 1:4; 5:32; Juan 14:16-17; Efesios 5:18). Seguir leyendo «10 razones para hablar en lenguas»


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