“En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos” (Salmos 73:3). “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?” (Proverbios 27:4).
La envidia es un sentimiento de tristeza o pesar por el bien ajeno. La envidia es más destructiva que la ira. Hace que quites tu mirada de lo que tienes y enfoques tu atención en lo que no tienes. Es un síntoma de arrogancia y de orgullo. Le hace ver a la persona que la padece a que tiene derecho a todo. Le hace creer que no tiene lo que debería tener porque los demás no le valoran lo suficiente. Seguir leyendo «La envidia»
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